domingo, 5 de agosto de 2007

Meolans y Alejandra García, con la fecha del retiro más cerca...

RIO DE JANEIRO (De nuestros enviados especiales).- Una de las principales carencias del deporte argentino en los últimos años es la ausencia de jóvenes figuras que por proyección tengan la posibilidad de representar a nuestro país con garantizada jerarquía internacional. Apenas Germán Chiaraviglio asoma prometedor, pero con una preocupante falta de acompañantes. Tal vez por eso se sienta más nostalgia cuando un ex campeón mundial de natación como José Meolans, a los 29 años, repita eso que había anticipado hace un par de años: que después de Pekín 2008 dejará la actividad. Y por el mismo motivo quedan añoranzas cuando se ve que una finalista olímpica de garrocha como Alejandra García, con 34 años, se muestre aún competitiva, pero no alcance las marcas para entrar a los grandes torneos. Lo del cordobés en los Juegos fue muy meritorio. Se llevó una medalla de plata en los 100m libre, la prueba más atractiva de la natación con un buen registro (49s42/100). Fue el argentino de mejor rendimiento en el Parque Acuático Maria Lenk. Aprovechó toda su experiencia para estar a la altura de las circunstancias. Y ayer, al volver al país, comentó: "Estoy pensando en retirarme el año que viene, luego de los Juegos Olímpicos, ya es una decisión tomada. En lo que respecta a representar al país en el exterior, posiblemente seguiría unos meses más". En síntesis, Meolans dejó ver en Río 2007 que tiene ese plus que distingue a las figuras, y que su prestigio no le permitiría mostrarse en un nivel pobre, distante de los mejores. Y es lo que dice: "Ya mismo comienzo a entrenarme para los Juegos Olímpicos del año próximo, espero poder superar las marcas que hice en los Panamericanos, ésa es la meta".

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Fuente: La Nacion.com (25/7/07)

miércoles, 1 de agosto de 2007

Nota Revista VIVA (Parte 5)

Cuatro años para veintidós segundos
Los momentos cruciales en la vida de la gente no suelen transcurrir en 22 o 49 segundos – lo que lleva una carrera de 50 o 100 metros libres, respectivamente – . Un examen, una entrevista, un viaje de trabajo, una obra, un litigio, una operación, un descubrimiento, un plan de gobierno, una fuga, llevan un intenso período de preparación y otro tanto de ejecución. ¡Veintidós segundos! Una pileta de largo: chapuzón y el que primero toca del otro lado gana. Será por eso que uno no deja de preguntarse cómo es que hacen estos anfibios para correr su mejor carrera y por ahí voltear un récord justo el gran día. ¿Qué tipo de sangre hay que tener para comprimir lo mejor de cuatro años de trabajo en 22 segundos? O mejor dicho, ¿cómo se puede jugar una vida en un parpadeo? Para Pepe es cosa de todos los días: “En 50 metros ni ves quién toca primero, tenés que mirar el tablero para ver cómo salió. Venís pispeando y llegás a tocar justo. Si le pifiás, cagaste. La natación no es como el básquet o el fútbol, que te dan revancha todas las semanas. Uno se entrena meses para una carrera y después, si te va mal, tenés que esperar mucho más. Por eso todo está calculado para que llegues perfecto el día de la competencia”.

Nota Revista VIVA (Parte 4)

Adicto al agua y fanático del fútbol
“En épocas de entrenamiento nado los siete días, y cuando estoy de vacaciones por ahí pasan un par de días sin agua a la vista y siento que me tengo que tirar un rato. Por ahí hago 400 metros nada más, pero me relaja, me hace sentir bien y me sirve como un descanso para el cuerpo. Eso no tiene nada que ver con el entrenamiento fuerte. Es como una terapia y soy adicto al agua. Pero cuando nado cinco mil, seis mil o siete mil metros en una sesión termino muerto, me duelen los brazos, la espalda, el cuerpo”.
Meolans es fanático del fútbol y de Belgrano de Córdoba. Tanto que cuentan que una vez, convocado para una nota junto con los jugadores, Pepe le deslizó al periodista, “si me llamaran para jugar, largo todo y me hago futbolista”. Cuentan, también, que como futbolista es un buen nadador... Sin amedrentarse por eso, cada vez que va a Córdoba y sus amigos lo invitan a prenderse en un fútbol 5, el tipo arma el bolso como si tal cosa y sólo antes de salir cae en la cuenta de quién es José Meolans, que el precio de una lesión tonta es enorme, que es el símbolo del deporte cordobés, que es el argentino más rápido en el agua y que porque es quién es lo convocaron los de American Express una noche de invierno a San Telmo para hacer un afiche callejero. Y si, cae en la cuenta de quién es. Entonces se muere de bronca, putea. Y cuando lo pasan a buscar, recapacita y les dice “no, gracias, chicos, pero mejor hoy me quedo”. Como para no borrar la ilusión; como si en la próxima pudiera. Y cierra la puerta justo antes de que se le noten las lágrimas en los ojos.